Tejer, bordar, confeccionar y estudiar, la fórmula de Sonia
Sonia Zil tiene 30 años y vive en la Aldea Santa Maria Cauqué del municipio de Santiago Sacatepéquez, departamento de Sacatepéquez. Actualmente se encuentra estudiando en la Segunda Etapa de Primaria Acelerada equivalente a sexto primaria.
Sonia comparte que estudiar la hace feliz ya que a los 10 años dejó de hacerlo, debido a que su mamá se enfermó y ella por ser la hermana mayor se encargó de cuidarla. Hoy en día trabaja al lado de su papá en la agricultura. Cierta vez una vecina le comentó que iría a estudiar y la invitó a inscribirse. Sonia no estaba segura de hacerlo. La vecina al ver la situación que vivía a diario la volvió a invitar y la animó a inscribirse en un grupo con la tutora Marleny Quex, quien con gusto la recibió. Al transcurrir del tiempo se dio cuenta que era buena estudiante y que aprendía muy rápido, y eso la motivó para continuar asistiendo.
Sonia cuando tenía 11 años de edad su abuela materna le enseñó el arte de tejer y bordar a mano. Su sueño era tener una máquina de coser así que se propuso a ahorrar y con la ayuda de sus padres logró comprar una máquina usada, pero lamentablemente no pudo utilizarla. Buscó a una persona que le ayudara a aprender a confeccionar prendas, pero no tuvo buenos resultados. Decidió experimentar por ella misma y se propuso a aprender a utilizarla. Por las noches se desvelaba con el fin de buscar cómo poner la máquina en funcionamiento, hasta que un día lo logró, pero tenía otro problema: no sabía el procedimiento a seguir para poder confeccionar diferentes prendas de vestir. En cierta ocasión fue a una tienda de ropa y observó cómo elaboraban patrones, tomó el ejemplo y esto la ayudó a elaborar sus primeros trabajos, con esto logró utilizar su máquina. Ella manifiesta que aún desea aprender más. Comenta que estudiando conoció a personal de la municipalidad local, quienes la invitaron a tomar cursos por parte de la casa edil, esto fue complemento para poder emprender.
Sonia en la actualidad elabora sus propios diseños y productos a pesar de las dificultades. Ella vende en ferias de emprendimiento sus productos y con lo que ha aprendido en sus estudios de la Segunda Etapa de Primaria Acelerada ahora puede escribir el listado de materiales que necesita y sobre todo puede hacer cuentas e inventarios. Está feliz con sus logros, pero no satisfecha, seguirá estudiando para cambiar su vida.
Agradece a Fundación Ramiro Castillo Love, ya que gracias a su participación en los grupos del Programa Me Educo se le han abierto puertas para emprender.