¿Por qué es importante separar gastos personales y empresariales?
Separar gastos personales y empresariales habla de una buena administración. Es una cuestión de disciplina, rigor y orden.
Como dueño o administrador de una empresa sabes que no todos los componentes de la administración son sencillos. Realizar el seguimiento de los egresos es una tarea compleja.
Algunos empresarios utilizan las tarjetas corporativas para gastos personales, lo cual puede representar un riesgo si no se hace adecuadamente. Son prácticas más comunes de lo que creemos y sí se puede usar una tarjeta personal para el negocio pero bajo el cumplimiento y observancia de ciertas reglas.
Por ley, las instituciones bancarias tienen prohibido elevar inesperadamente las tasas de interés tanto para los créditos personales como los corporativos. Esto ofrece garantías al sistema financiero de un país.
Una de las ventajas de echar mano de esta herramienta es el programa de recompensas. Desde descuentos en equipo para el negocio hasta millas para volar a donde sea, esto puede representar un ahorro en conceptos que suelen generar gastos de cualquier manera.
El dinero virtual no sólo es más seguro, sino que además puede potencializarse de majera inteligente. Una tarjeta corporativa dará dividendos cada que sea usada y, según el plan, puede dar ahorros que representen hasta un 20 por ciento considerando los planes de fidelidad.
Otras ventajas de la tarjeta de crédito empresarial:
Si estás planeando entregar esta herramienta financiera a tus empleados, el principal beneficio tiene que ver con la gestión. Las tarjetas de crédito personales tienen un límite para las cuentas adjuntas, mientras que las corporativas no restringen al usuario en este sentido.
Se pueden controlar los límites de gastos dependiendo del empleado y sus actividades, así como el área geográfica para utilizarse.
Es primordial evaluar en qué casos se va a utilizar un crédito pues una ventaja puede convertirse en un inconveniente si no lleva un seguimiento para su manejo controlado.
Por norma, no debes mezclar los negocios con los gastos personales, pero si decides hacerlo, asegúrate de limitar las líneas para que no afecte en las finanzas de ambos rubros, sobre todo a nivel contable.
Aprovecha las herramientas, las ventajas y las recompensas que te da la institución crediticia, pero no conviertas tus finanzas en rehenes de los intereses. Separar cada asunto, te dará la certeza de que tus gastos están siendo bien manejados y que en caso de una catástrofe no se derrumbarán ambas partes.
¿Ya solicitaste tu tarjeta de crédito empresarial?