En BI-Bank, hemos defino la gestión del riesgo operativo fundamentalmente en el desarrollo de las operaciones de la entidad para salvaguardar, las actividades que puedan generar una exposición a pérdidas y cuyas ocurrencias pueden transcender más allá de los informes financiero del Banco; es por ello, que se cuentan con políticas, procedimientos, manuales y límites de exposición que respaldan la gestión de los mismos. Conscientes de lo antes expuesto, fortalecemos la cultura de riesgo y su enfoque se apoya en dos fases para gestionar el riesgo, uno cualitativo y otro cuantitativo. Así mismo, se cuenta con una estructura organizacional que permite dar seguimiento permanente y frecuente a los riesgos.

Esta metodología incluye la participación de todas las áreas del banco a través de los coordinadores de riesgo que participan activamente en la gestión de identificación, cuantificación, control de los riesgos, quienes se apoyan con el asesoramiento de la Gerencia de Riesgo No Financiero asegurando la adecuada gestión del riesgo operativo dentro del banco.

BiBank, conforme lo establece la regulación panameña y las disposiciones de Basilea, describe el riesgo operativo como la probabilidad de incurrir en pérdida por deficiencias, fallas o inadecuaciones del recurso humano, de los procesos, de la tecnología, de la infraestructura o por la ocurrencia de acontecimientos externos. Esta definición incluye el riesgo legal asociado a tales factores; pero excluye las pérdidas por lucro cesante, el riesgo reputacional y el riesgo estratégico.